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Bulimia

La bulimia es la ingesta excesiva de alimentos que después se intentan compensar con conductas anómalas como vómitos, abuso de laxantes y diuréticos, o dietas restrictivas intermitentes lo que se acaba convirtiendo en una costumbre que modifica la conducta de la persona enferma.
La bulimia nerviosa está ligada al sexo femenino: un 90-95% de las personas afectadas son mujeres y la edad de aparición suele estar entre los 18 y 20 años, y muchos casos provienen de una anorexia mal cuidada.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha clasificado la anorexia y la bulimia como trastornos mentales y del comportamiento. Es una enfermedad mental, ya que el temor a engordar y la falta de autocontrol sobre la alimentación, hace que  los sentimientos y pensamientos determinen un estado anímico y mental que acaba en procesos depresivos.

SÍNTOMAS

Hay diversas maneras de detectar la enfermedad, entre las cuales podemos destacar las siguientes:

  • Atiborrarse o comer descontroladamente, incluso durante periodos de dos horas.
  • Sensación de no poder parar de comer.
  • Hacer ayunos o dietas muy rigurosas, para compensar los excesos de  comidas anteriores.
  • Provocarse vómitos que la persona enferma no reconoce.
  • Aspecto aparentemente saludable, cosa que hace más difícil detectar la enfermedad.
  • Abuso de laxantes y diuréticos.
  • Ir a menudo al WC después de comer.
  • Preocupación por el propio peso.
  • Menstruaciones irregulares.
  • Problemas con la dentadura.
  • Cambios de humor y depresiones fácilmente detectables.

TRATAMIENTO

No hay una única línea de actuación o tratamiento posible en los trastornos de alimentación, y en concreto en la bulimia nerviosa. Puede aplicarse más de uno y hacerlo conjuntamente para aumentar la efectividad del tratamiento. Estas intervenciones suelen ser las siguientes.

1. La psicoterapia individual o en grupos 
La teoría cognitiva pretende explicar cómo y porqué se produce un determinado comportamiento o pensamiento, de dónde surge un sentimiento o una emoción determinados y qué fenómenos intervienen en este proceso.
Sabemos que frente a una misma situación diferentes personas perciben aspectos diferentes según sus características individuales y su experiencia anterior; y una misma persona puede percibir una misma situación de maneras diferentes en momentos diferentes.
Esto pasa porque en cada momento, de la cantidad de elementos que forman una situación determinada se seleccionan unos y se prescinde de otros. De ello surgen los pensamientos .
Según si estos pensamientos son de carácter positivo o negativo, aparecerán una serie de emociones determinadas: de satisfacción (alegría, felicidad, tranquilidad…) o malestar (tristeza, infelicidad, inseguridad, desánimo…).
El tratamiento psicológico ayuda a estas personas a percibir las situaciones de una manera positiva y no condicionada por su físico.

2. Medidas dietéticas 
Normas y pautas sobre la alimentación y los hábitos alimenticios.
Hay que enseñar al enfermo la manera de alimentarse.
Por eso hay que seguir unas pautas para una correcta alimentación.

3. Tratamiento farmacológico 
En principio sólo se habla de tratamiento farmacológico en la bulimia nerviosa, ya que en el tratamiento de la anorexia nerviosa no suelen usarse fármacos.
De todos los modelos de tratamiento farmacológico los que han resultado más efectivos han sido los antidepresivos. 
Estas sustancias actúan reduciendo la frecuencia de los atracones y los vómitos y mejoran la depresión, si es que hay, en la paciente.
Los antidepresivos con qué se han obtenido mejores resultados, si se valora la efectividad, los efectos secundarios y la calidad de vida, son los IRSS, sustancias que inhiben la captación de una sustancia que se encuentra en el cerebro llamadaserotonina .

El papel de la terapia farmacológica ocupa un lugar importante para el tratamiento de la bulimia. Hay que decir que no bastaría con utilizar fármacos para resolver el problema.
El mejor tratamiento es la farmacoterapia y la psicoterapia, dentro de un programa de modificación de la conducta.

CAUSAS SOCIOCULTURALES E INDIVIDUALES

Factores socioculturales 
Hay una importante presión de la sociedad que induce a los jóvenes a estar delgados y esbeltos. Son muchos los factores que influyen: Medios de comunicación, moda, presión de las industrias dedicadas a la fabricación de productos light, asociación de estar en forma a estar delgado… Los medios de comunicación, especialmente la televisión, venden la idea que estar delgado va asociado a felicidad, éxito= laboral, éxito en las relaciones sociales, belleza, juventud y una mejor calidad de vida.

¿Cómo se asocian estos objetivos con la disminución de peso? 
La imagen que dan los anuncios publicitarios, las series irreales de televisión sobre la mujer es de “superwoman”: tiene que tener un cuerpo perfecto, una carrera profesional perfecta, un matrimonio perfecto y ser la madre ideal. Todo ello, ligado a la asociación de que este “éxito” se debe a estar delgado, lleva a algunas mujeres a  iniciar dietas restrictivas que pueden derivar en enfermedades de carácter alimentario.

Factores individuales 
Aunque no puede predecirse quién se verá afectado por esta enfermedad y quién no, hay unos rasgos característicos de las personas que la sufren.

  • Problemas para ser autónomo. Algunas personas no son capaces de “funcionar” sin el apoyo de su familia o alguna persona que les sirva de modelo. Así, situaciones como cambios de colegio, de trabajo, de pareja… pueden llevar a una pérdida de autonomía que a veces se compensa mediante un control excesivo de la dieta.
  • Miedo de madurar. La mayoría de personas desarrollan estos trastornos durante la adolescencia. Ésta es una época de numerosos cambios sexuales, físicos, emocionales y de maduración. Durante la adolescencia el pensamiento es abstracto, idealizado y radical y esto implica un temor a convertirse en adultos.
  • Déficit de autoestima. La autoestima puede definirse como el conjunto de ideas que se tiene sobre uno mismo. Las mujeres presentan con más frecuencia niveles bajos de autoestima, que suelen ir asociados a la aprobación de los demás y la apariencia externa. Esto va ligado al peso y a la figura, es decir a la alimentación.
  • Perfeccionismo y autocontrol. Las personas que sufren trastornos alimenticios piensan que quien no sea perfecto no llegará a ser alguien. Creen que una manera de conseguirlo es tratar con rigidez su cuerpo.

CONDUCTAS DE RIESGO

Las conductas de riesgo son las que si se hacen con una cierta regularidad pueden acabar con la aparición de una anorexia o bulimia nerviosa. Si se observan algunos de estos conductas en algún familiar o compañero hay que advertirle del riesgo de sufrir anorexia o bulimia.

Conductas de riesgo 

  • Se tiene mucho interés por todo lo que está relacionado con el mundo de la moda, las modelos o bailarinas de ballet.
  • Excesiva preocupación por el orden, y aumento en las actividades de limpieza en casa y hacia el estudio.
  • Hacer comentarios frecuentes sobre el peso, las tallas, el aspecto físico y la alimentación.
  • Preocuparse en exceso cuando otras personas le hacen algún comentario sobre el aspecto físico.
  • Considerar que el aspecto físico tiene mucho valor como medio para conseguir el éxito en cualquier área de la vida.

Detección precoz de la patología

  • Engañar a los demás sobre su alimentación y conductas de purga.
  • Nerviosismo a las horas de comer.
  • Desaparición de comida de la cocina.
  • Aparición de comida escondida en el bolso o en diferentes lugares de la habitación.
  • Ir al lavabo al final de las comidas con excesiva frecuencia.
  • Cambios del estado de ánimo o de carácter (depresión, irritabilidad…).
  • Distanciamiento de los amigos y familiares.
  • Se evita ir a lugares públicos donde haya comida.

Signos fisiológicos 

  • Irritación crónica de la garganta y/o pérdida de los dientes provocados por la autoinducción repetida de vómitos.
  • Dolor muscular y fatiga.
  • Oscilaciones de peso (5 ó 10 kg arriba o abajo en poco tiempo).
  • Pequeñas rupturas vasculares bajo los ojos.
  • Inflamación de las parótidas.

Cambios de actitud

  • Modificaciones del carácter: depresión, sentimiento de culpa, tristeza, sensación de descontrol…
  • Estricta autocrítica.
  • Necesidad de recibir la aprobación de la otra gente.
LA FAMILIA FRENTE A LA BULIMIA

Es totalmente incorrecto afirmar que las familias son la causa de un trastorno alimenticio. No obstante, determinadas características familiares, junto con factores individuales de la persona enferma y factores sociales pueden predisponer a una persona a sufrir este tipo de trastorno. Factores familiares de predisposición:
Modelo de dinámica familiar: clima tenso, agresivo, distante, poco afectuoso, sobreprotector.
Preocupación excesiva por el peso y las dietas en el padre o la madre.
Obesidad de algún miembro de la familia. Para el tratamiento de estas enfermedades es indispensable contar con la colaboración de la familia. El camino que lleva a comprender esta enfermedad siempre es largo y doloroso, y es necesario para poder ayudar a curarla.
Los llamados grupos de padres ayudan a la familia de los enfermos a comprender la enfermedad de las hijas, porque comparten sus experiencias con otros personas con la misma situación. Al principio los padres buscan información sobre la enfermedad de las hijas y buscan soluciones a determinadas conductas, y los otros padres pueden ayudar con sus experiencias. El objetivo básico de estos grupos es formar a los padres para que sean elementos terapéuticos.

 

Dr Vicente J. Turón
Psiquiatra