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ANOREXIA

Las personas con este trastorno se niegan a mantener su cuerpo con un peso situado dentro de los límites de la normalidad, tienen mucho miedo de aumentar peso o de llegar a ser obesas y están exageradamente preocupadas por su figura. Además, la valoración que hacen de sí mismas como personas viene determinada por la opinión sobre su cuerpo.

 

El 90-95% de las personas afectadas son mujeres y la edad suele estar entre los 12 y los 25 años, y es más frecuente entre los 12 y los 17.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha clasificado la anorexia y la bulimia como trastornos mentales y de comportamiento.

SÍNTOMAS

Hay diversas formas de detectar la enfermedad, entre las cuales, cabe destacar las siguientes:

  • Negación a mantener un peso igual o superior al valor mínimo que corresponde a su edad y altura.
  • Pérdida importante de peso, y afirmar que se está gordo aunque se esté delgado.
  • Reducir el consumo de alimentos, especialmente los que contienen más grasa o calorías.
  • Se vuelven cada vez más introvertidas y más aisladas de toda su vida social.
  • Agresividad, tristeza y aislamiento de la familia y amigos.
  • Juzgar su vida bajo la visión de la imagen personal, la belleza, el triunfo…
  • Concentración en los estudios pero con más dificultades que antes.
  • Comer sola.
  • Aumento del ejercicio físico desmesurado.
  • Consumo de diuréticos y laxantes.
  • Irregularidades y pérdida de la menstruación.
  • Frío, estreñimiento.

TRATAMIENTOS

El tratamiento más eficaz es el denominado cognitivo-conductual por parte de un equipo médico multidisciplinar (médicos, enfermeras, psicólogos…) con el apoyo de la familia. Los profesionales que se tienen que ocupar de estos enfermos son psiquiatras especialistas que tienen un equipo multidisciplinar. El tratamiento inicial lo realiza el equipo al completo y más adelante se pueden ocupar los distintos profesionales individualmente.

Únicamente se aplica un tratamiento farmacológico si hay patologías añadidas, como la depresión.

Una parte importante del tratamiento conlleva adquirir conductas de alimentación adecuadas.
La familia siempre tiene que apoyar al equipo médico. Su desconfianza es muy negativa para el enfermo. La familia tiene que colaborar y solicitar a los profesionales aclaraciones sobre el desarrollo del tratamiento y que ayuda pueden aportar.

CAUSAS SOCIOCULTURALES E INDIVIDUALES

Factores socioculturales
Hay una presión importante de la sociedad que induce a los jóvenes a estar delgados y esbeltos. Los medios de comunicación, especialmente la televisión, venden la idea que estar delgado va asociado a felicidad, éxito laboral, éxito en las relaciones sociales y una mejor calidad de vida.

¿Cómo se asocian estos objetivos con la disminución de peso?
La imagen que dan los anuncios publicitarios y las series irreales de televisión sobre la mujer es de “superwoman”: tiene que tener un cuerpo perfecto, una carrera profesional perfecta, un matrimonio perfecto y ser la madre ideal. Esto, sumado a la asociación de este “éxito” si se está delgado, lleva a algunas mujeres a iniciar dietas restrictivas que pueden derivar en una enfermedad de carácter alimentario.

Factores individuales 
Aunque no se puede predecir quién se verá afectado por esta enfermedad y quien no, hay unos rasgos característicos de las personas que la padecen.

  • Problemas para ser autónomo. Algunas personas no son capaces de “funcionar” sin el apoyo de su familia o de alguna persona que les sirva de modelo. Así, en situaciones como cambios de colegio, de trabajo, de pareja… pueden llevar a una pérdida de autonomía que a veces se compensa mediante un control excesivo de la dieta.
  • Miedo a madurar. La mayoría de personas desarrollan estos trastornos durante la adolescencia. Ésta es una época de numerosos cambios sexuales, físicos, emocionales y de maduración. Durante la adolescencia el pensamiento es abstracto, idealizado y radical y esto implica un temor a convertirse en adultos.
  • Déficit de autoestima. La autoestima se puede definir como el conjunto de ideas que se tiene sobre uno mismo. Las mujeres presentan con más frecuencia niveles bajos de autoestima, que acostumbran a ir asociados a la aprobación de los otros y la apariencia externa. Esto va unido al peso y a la figura, es decir, a la alimentación.
  • Perfeccionismo y autocontrol. Las personas que sufren trastornos alimenticios piensan que quien no sea perfecto no llegará nunca a ser alguien. Creen que una manera de conseguirlo es tratar con rigidez a su cuerpo.

CONDUCTAS DE RIESGO

Las conductas de riesgo son las que si se realizan con cierta regularidad pueden acabar con la aparición de una anorexia o bulimia nerviosa. Si se observan algunas de estas conductas en algún familiar o compañero es necesario advertirle del riesgo de sufrir anorexia o bulimia:

  • Modificar las costumbres alimentarias.
  • Seguir dietas restrictivas.
  • Reducir la cantidad de comida.
  • Saltarse las comidas.
  • Evitar de forma continuada tomar ciertos alimentos (por ejemplo, dulces).
  • Consumir productos bajos en calorías o ricos en fibra.
  • Usar diuréticos y abusar de laxantes.
  • Realizar ejercicio físico para perder peso.
  • Vomitar.
  • Presencia de atracones en las últimas semanas.
  • Preocuparse de forma excesiva y frecuente por el cuerpo o la figura.
  • Pesarse con frecuencia.
  • Mostrar un interés exagerado por la publicidad sobre productos adelgazantes.

Signos fisiológicos 

  • Pérdida de peso en un periodo breve.
  • Pérdida o irregularidades en la menstruación.
  • Palidez, caída de cabello, sensación de frío, dedos azules.
  • Debilidad y mareos.

Cambios de actitud 

  • Cambios de carácter (irritabilidad, ira…).
  • Sentimientos depresivos, inseguridad respecto su capacidad.
  • Sentimientos de culpa por haber comido o haberlo dejado de hacer.
  • Aislamiento social y olvidar las amistades.

LA FAMILIA FRENTE A LA ANOREXIA

Es totalmente incorrecto afirmar que las familias son la causa de un trastorno alimentario. No obstante, determinadas características familiares, junto a factores individuales de la persona enferma y factores sociales pueden predisponer una persona a sufrir este tipo de trastorno.

Factores de predisposición familiares:

  • Modelo de dinámica familiar: clima tenso, agresivo, distante, escasamente afectuoso, sobreprotector, poca comunicación.
  • Altas expectativas familiares.
  • Madres sobreprotectoras.
  • Cambios de rol familiares.
  • Preocupación excesiva por el peso y las dietas del padre o la madre.
  • Obesidad de algún miembro de la familia.

Para el tratamiento de estas enfermedades es indispensable contar con la colaboración de la familia. El camino que lleva a comprender esta enfermedad es siempre largo y doloroso, y es necesario para poder ayudar a curarla. Los denominados grupos de padres ayudan a la familia de los enfermos a comprender la enfermedad de sus hijas gracias a compartir sus experiencias con otras personas con la misma situación. Al principio, los padres buscan información sobre la enfermedad de las hijas y piden soluciones para determinadas conductas; los otros padres pueden ayudar con sus experiencias. El objetivo básico de estos grupos es formar a los padres para que sean elementos terapéuticos.

Dr. Vicente J. Turón
Psiquiatra